La antigua carretera N-340 Cádiz-Barcelona ha sido y sigue siendo la arteria principal de comunicación del término municipal de Marbella y de toda la Costa del Sol. De su capacidad para vertebrar el territorio no solo se aprovechan las poblaciones que “como cuentas de un collar son engarzadas por su trazado”, sino que también se benefician todos los pueblos del interior. La suerte de nuestra ciudad es tenerla, pues en ningún momento de la historia reciente, los diferentes gobiernos municipales y por ende los planes generales de ordenación del territorio, han previsto y proyectado vías de comunicación parecidas que pudieran responder en el tiempo a las necesidades de movilidad de nuestra población. Solo la tenemos a ella. Está ahí, desde siempre, “sirviéndonos”.
Si nos fijamos en la planimetría de la ciudad a vista de pájaro, podremos observar que no existen vías urbanas o peri-urbanas con “la capacidad” que nos puede dar dicha carretera. Es cierto, que la ciudad tuvo una oportunidad de oro cuando fue cedida al ayuntamiento por el Ministerio de Obras Públicas, allá por el año 1993. La corporación “imperiosa” decidió que “no era negocio” que el Estado entregara gratuitamente la carretera perfectamente urbanizada y adaptada a las demandas futuras. Si hubiera habido “honestidad e inteligencia”, honestidad por parte del poder político e inteligencia de los técnicos municipales, ahora tendríamos un gran boulevard tal y como apuntaba el primer borrador del PGOU de 1986, es decir, dos calzadas con mediana separándolas y vías de servicios paralelas a esta. La política especulativa y la codicia de unos pocos solo nos ha dejado algún tramo cuasi-virgen de ese diseño como es el tramo de avenida Asmawii, desde la urbanización la Carolina hasta el Hotel Guadalpín, donde podemos observar, “cuan resto arqueológico”, un tronco principal de carretera con y sin mediana según el tramo y vías de servicios paralelas por el norte y el sur.
La apertura de la Autovía A-7 E-15 o bypass, permitió que los tráficos de largo recorrido dejaran de pasar por el centro y supuso dar un salto cualitativo en la calidad de vida de la ciudad, “mejorando durante al menos una década” los índices de contaminación acústica y atmosférica, produciendo también una bajada cuantitativa del nivel de stress que soportaban residentes y visitantes por el paso de 45.000 vehículos diarios por una “tubería” de 12 metros de ancha, como era la travesía de Marbella. Hemos subrayado que la mejora de la calidad ambiental se ha mantenido durante un poco más de una década, pues en la actualidad seguimos con el mismo modelo de gestión del tráfico. Decir que desde 1982 a 1992 no se hizo nada por causa de “la ignorancia de propios y extraños” por cambiar los hábitos de movilidad. Créannos que es así, fue por ignorancia.
En cambio desde 1992 hasta el 2006 fue “la codicia” la que NO permitió proyectar la ciudad hacia un futuro sostenible. El periodo desde el 2007 hasta la fecha tampoco se ha hecho nada en la dirección adecuada y curiosamente en este último periodo, se aglutinan las dos causas, es decir, “la ignorancia y la codicia” que nos hace retroceder al pasado.
En los últimos tiempos se hacen obras en nuestras calles con una visión a escala 1:200 olvidando en el camino el macro-tráfico a escala 1.20.000. Si no se entiende este concepto por los técnicos responsables de tanta obra inútil, por favor, “que se lo hagan mirar”. Aprovechamos la ocasión para pedir de forma encarecida a la máxima autoridad política del ayuntamiento que apueste por la honestidad y la inteligencia y no permita que siga anidando la ignorancia y la codicia en la gestión de lo público.
Dios no permita que los técnicos de siempre, esos “pseudo-servidores públicos”, metan cuchara en la delicada flor que es nuestra antigua N-340, en el tramo que va desde Puente Romano hasta Coral Beach y su intersección con la Autovía A-7 en Río Verde. A ese tramo de carretera le debemos por activa y por pasiva la máxima consideración. Tratémosla con respeto, eso significa que tenemos que hacer un diseño de vía primaria acorde a lo que su día tuvo que ser. No volvamos a caer en el mismo pecado. Gestionemos el asunto con la vista puesta en el futuro.
Para diseñar el nuevo modelo de vía peri-urbana, no solo tenemos que tener en cuenta la jerarquía funcional que el PGOU y PMUS le otorga a “la avenida Rey Fahd como vía colectora”, pues además de esos considerandos, podemos materializar un diseño que “per se” sea “la mejor embajadora de nuestra emblemática milla de oro”, conformándose como una puerta “semiótica” y sentando un precedente de modelo urbano para exportarlo en la futura urbanización y reordenación del tráfico de: a) la carretera de Ronda A-397, b) la carretera Benahavís A-7177, c) la carretera de Istán A-7176, d) la carretera de Ojén A-355 y e) el tramo de la antigua travesía N-340 que discurre desde Puerto Pesquero a Hacienda Cortés. Será muy importante prevé una reserva de suelo público en los márgenes de esas vías en el nuevo PGOU, para que con el concurso del Estado y la Junta de Andalucía podamos dar un salto cuantitativo y cualitativo en las infraestructuras viarias de nuestro municipio. Solo con el consenso de la corporación al completo y desvestida de ideologías se logrará la empresa. ¡Por favor no tarden en hacerlo!.
Proponemos desde estas páginas transformar dicho tramo de carretera en un Boulevard con dos calzadas de dos carriles de circulación para cada sentido, separadas por una isleta ajardinada. Las aceras de los márgenes se deberían acondicionar como zona ciclable donde puedan coexistir viandantes y ciclistas. Además de lo anterior se deberá construir nuevas intersecciones con rotondas a la altura de la carretera de Istán-Ancón y en la zona del Coral Beach.
Para hacer permeable el tramo, se instalarían semáforos en: a) Ancón, b) Centro Comercial Azata Oasis y c) en Coral Beach facilitando el cruce de calzada de peatones y ciclistas. Importante será dejar preparado el encuentro con la carretera de Istán a fin que se trate dicha vía como “travesía urbana” y sirva de conexión de la zona norte del territorio con el litoral, especialmente para avanzar en el Plan Municipal de la Bicicleta y coordinarlo con el andaluz. En referencia al transporte colectivo multimodal será importante que se urbanicen las paradas “del urbano” con un diseño amable e integrador. El proyecto se debería inspirar en los modelos y materiales de la arquitectura de Al-Ándalus para que en esta ocasión nuestra antigua N-340 embellezca el paisaje “igual que un río serpentea por un valle invitándonos a disfrutar de él” ¡Pues eso!, disfrutemos del futuro Boulevard Rey Fadh en la Milla de Oro de Marbella, siempre que “las hermanas codicia e ignorancia” lo permita.
M. Puertas
usuariosdecarreteras@gmail.com
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