Con ocasión del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y para evidenciar que la lucha hacia la igualdad y la emancipación de la mujer solo ha sido (y es) posible a través de ideologías de izquierda, vamos a repasar un poco la historia de este día y a desmontar falsos mitos
El nacimiento del Día Internacional de la Mujer Trabajadora (es muy importante no omitir este último término, que lleva intrínseco el origen de esta lucha hacia la igualdad y la diferencia de la pseudolucha del feminismo burgués), contrariamente a lo que la historiografía tradicional nos ha hecho creer, no está vinculado a ningún acontecimiento aislado, sino que se encuadra en un contexto histórico e ideológico mucho más amplio y directamente relacionado con la lucha por los derechos sociales, civiles y laborales.
Se ha adoptado la falsa creencia de que el origen de este Día Internacional de la Mujer Trabajadora se encuentra en un incendio ocurrido, supuestamente, el 8 de Marzo de 1908, día en que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York –la Triangle Shirtwaist Company– se declararon en huelga como protesta por los bajos salarios y la jornada laboral de 12 horas y la ocuparon.
La creencia popular cuenta que el dueño cerró las puertas y prendió fuego a la fábrica, muriendo abrasadas las 146 trabajadoras que había en su interior. Esto no fue así.
Es cierto que se produjo el mencionado incendio: pero no en esa fecha, sino el 25 de Marzo de 1911. Y no fue como consecuencia de ninguna protesta (ni hubo ningún dueño que ordenara cerrar las puertas de escaleras ni salidas, que era una practica común para evitar robos y altercados), sino originado por un accidente que, si bien ocasionó importantes cambios legislativos en las normas de seguridad y salud laborales e industriales y detonó la creación del importante Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles (International Ladies’ Garment Workers’ Union), no tuvo nada que ver en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
La primera referencia histórica que tiene relación con algo parecido a esta conmemoración se encuentra en el “Women’s Day” que el 3 de Mayo de 1908 en Chicago convoca la Federación Autónoma de Mujeres, y cuya finalidad era la reivindicación del derecho al voto.
Al año siguiente, el Partido Socialista de América (Socialist Party of America –sí, también había partido socialista en EE.UU.; y, curiosamente, era feminista–) designó el último domingo de Febrero, el día 28 de 1909, como “Women’s Day” para revindicar este derecho. El año siguiente se volvió a celebrar en esta misma fecha. Hasta el 1920 no fue aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorgaba a las mujeres el derecho al sufragio.
Pero la idea de convertir esta celebración en una festividad internacional corrió a cargo de Clara Zetkin (figura histórica que para esta sociedad y este modelo de enseñanza heteropatriacal no parece ser muy importante, dado que no se estudia en los libros de texto de secundaria, pero que sin embargo en la RDA aparecía en los sellos y en los billetes; rarezas de estos socialistas), líder del movimiento alemán de mujeres socialistas, que presentó la propuesta durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910.
La primera celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora se produjo el 19 de Marzo de 1911, por decisión de la Secretaría de la Mujer Socialista, órgano de la Internacional Socialista, en los países de Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.
La fecha fue propuesta por Aleksandra Kollontái, comunista y feminista rusa que, al igual que Lenin, se encontraba en el exilio en Finlandia debido a su implicación en el intento de revolución de 1905 (otro personaje femenino de la historia que parece que esta en sociedad heteropatriarcal no ha de estudiarse; sin embargo, en la URSS también aparecía en los sellos).
Esta fecha se escogió para conmemorar un levantamiento en la Prúsia de 1848 tras el que el rey Federico II prometió (incumpliendo luego dicho compromiso, como era de esperar) a las mujeres el derecho al voto. En ese año en EE.UU. el «Women’s Day» se siguió commemorando el último domingo de Febrero.
Esto continuó siendo así en 1912 y en 1913. Y el marco de los movimientos en pro de la paz (vemos como el pacifismo también ha estado presente a lo largo de la historia en el movimiento feminista y comunista) las mujeres rusas celebraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora el 3 de Marzo (18 de Febrero) de 1913*.
No es hasta 1914 que no se conmemora por primera vez, ya de manera oficial, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora el 8 de Marzo. Existe la hipótesis de que la elección de esa fecha estuvo relacionada con una supuesta protesta protagonizada por mujeres del sindicato de costureras de la compañía textil del Lower East Side neoyorquino en 1857 para reivindicar la jornada de 10 horas, aunque no se tiene constancia fehaciente de que fuese así -ni siquiera hay datos de que esa protesta realmente existiese-. Ese año no hubo conmemoración en Rusia, porque todas las organizadoras cayeron presas.
Así, llegamos a una fecha importante y trascendental en la historia del feminismo; y, por extensión, en la lucha del movimiento obrero, demostrando la importancia fundamental de la mujer en este último.
En la Rusia de Febrero de 1917, dado que mucha parte de los hombres se hallaban en el frente, el 47 % de la clase obrera eran mujeres, siendo mayoría en la industria textil, del cuero y del caucho, y numerosas en oficios que antes habían tenido vedados. Además, en una coyuntura de hambruna, se veían obligadas a hacer interminables colas antes de acudir a las fábricas para conseguir algo de comida: sobre todo, pan.
El 8 de Marzo (23 de Febrero) de 1917* en Petrogrado (hoy San Petersburgo), con ocasión de ese Día Internacional de la Mujer Trabajadora, mientras las mujeres hacen esas colas, se empiezan a congregar concentraciones masivas de protesta contra el hambre, la guerra y las malas condiciones de trabajo. Las mujeres de algunas fábricas textiles deciden declararse en huelga, y comienzan a marchar al grito de consignas como ¡Pan!, ¡Paz! y ¡Abajo el zar!; haciendo un llamamiento a sumarse a la huelga: a las 10 de la mañana ya se habían unido 20.000 obreras y obreros; al final del día, eran alrededor de 90.000.
Durante los siguientes días sigue sumándose población a las manifestaciones y a la huelga, que el 10 de Marzo (25 de Febrero) es ya general. Nadie había previsto que ese 8 de Marzo (23 de Febrero) las mujeres obreras iniciaran, sin preparación ni coordinación de los partidos revolucionarios, el levantamiento popular que acabaría con la monarquía y que culminaría con la Revolución Bolchevique de Octubre, que significaría la primera revolución socialista del siglo XX.
En 1921 se realizó en la URSS, en la ciudad de Moscú, la Conferencia de las Mujeres Comunistas, que adopta el día 8 de Marzo como fecha unificada del Día Internacional de las Obreras a propuesta de las mujeres búlgaras. A partir de esa Conferencia, la III Internacional, recién creada, fija la fecha del 8 de Marzo como la de las conmemoraciones por la lucha feminista.
Cabe señalar que en España, por mediar los gobiernos conservadores de la Restauración Borbónica y la Dictadura de Primo de Rivera, este día no se celebraría hasta la Segunda República Española –y durante poco tiempo, como desgraciadamente sabemos, puesto que un golpe de estado y casi 40 años de dictadura posterior volvieron a relegar a la mujer a una posición de irrelevancia, sumisión, maltrato y falta de derechos en la sociedad (aunque el feminismo siguió luchando contra ello aún en este duro y peligroso contexto)–.
La sociedad capitalista tardaría aún más de 55 años en reconocer este día, cuando en 1977 la Asamblea General de la ONU proclamó este 8 de Marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Esta nota no busca ser un simple repaso histórico, sino que pretende destacar cómo la lucha del feminismo, el socialismo y el movimiento obrero han ido de la mano a lo largo de la historia. Y cómo cualquier intento de patrimonializarlo o de sumarse a él desde el conservadurismo más reaccionario no obedece más que al cinismo, la hipocresía y la rentabilidad electoral.
¿Cuál es el objetivo de las feministas burguesas?
Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismo derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y hermanos.
¿Cuál es el objetivo de las obreras socialistas?
Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su patrón es hombre o mujer.
Las feministas burguesas demandan la igualdad de derechos siempre y en cualquier lugar.
Las mujeres trabajadoras responden: demandamos derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres. Y como madres, como mujeres que tendremos hijos en el futuro, demandamos un cuidado especial del gobierno, protección especial del estado y de la sociedad.
Alejandra Kollontai,
revolucionaria soviética, feminista y primera embajadora de la Historia.
*La primera fecha pertenece al Calendario Gregoriano, de uso oficial actualmente en casi todo el mundo. La fecha entre paréntesis corresponde al Calendario Juliano, que estuvo vigente en Rusia hasta el triunfo de la Revolución Bolchevique en 1917.
Autor: Manuel Martínez Latorre | @arroscachapa
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